Es probable que en esta segunda entrada sobre consejos para todos esté diciendo algo sumamente obvio, pero daré más detalles que me me abría gustado saber cuando iba en la Universidad, donde, aunque lo sabía medianamente, no tuve intención alguna en tratar de llevarlos a cabo, grave error.
Tomar cursos es otra manera en que todos nosotros podemos mejorar nuestros conocimientos y habilidades, incluso aprender nuevos, a parte de lo que se nos enseña en las Universidades. Estos cursos pueden ser ofrecidos tanto por las universidades, y con mayor regularidad, por otros organismos legalmente acreditados para ello.
Esto es algo que todos sabemos, es cierto. De la misma manera, he clasificado a todos estos cursos de la siguiente forma:
Útiles: Estos cursos se caracterizan por estar completamente relacionados con nuestra ciencia o área a la que pertenecemos, que nos aporta los conocimientos y habilidades necesarias para poder mejorar y tener mejores resultados, ya sea a nivel de análisis de la información, investigación o técnica. Por ejemplo, para criminalística, tomar capacitaciones sobre el procesamiento del lugar de intervención, historia de la criminalística, su relación con las ciencias forenses, y más a fondo, sobre dactiloscopía, documentoscopía y demás.
Por curiosidad intelectual: Pueden o no pueden estar relacionados con el campo profesional al que se pertenece, pero los tomamos por curiosidad o porque consideramos que podemos aplicar esos conocimientos, a través de una óptima sistematización, en nuestro campo. Por ejemplo, un estudiante/profesional del área de la criminología, puede tomar cursos sobre biología, es decir, ecología, genética, climatología, etc., donde, in principio no existe una relación evidente entre estas ciencias, pero al momento del estudio de la conducta antisocial, nos puede proporcionar mayores elementos para su análisis. Se podría decir que es así en que nacen campos de investigación, como son la criminología ecológica, la ambiental, etc.
Poco a nada útiles: Es aquí donde entramos en conflictos, incluso hasta ideológicos e institucionales. Incluso podría destacarse otra pequeña clasificación, en donde tenemos cursos que nada nos servirá tomarlo porque en ellos se nos dice lo mismo que se vió incontables veces en la Universidad, o temas que en realidad suponen un muro, como sucede con el Derecho y la Criminología, donde el primero a detenido el desarrollo del segundo de una forma brutal, incluso moldeando sin mesura sus limitaciones, cosa que no debe ser, por la criminología es una ciencia y como tal puede desarrollarse. Es cierto que tener conocimientos de Derecho nos es útil, pero tomar una visión jurídica, no lo es. La pera podrida del canasto son aquellos cursos en donde se enseñan cosas que han sido refutadas por la ciencia una gran cantidad de veces, es decir, pseudociencias o movidas de tipo mágico. Lo malo es que son los que más audiencia tienen. Un ejemplo clásico son los de Grafología o neuroescritura, psicoanálisis (algunos cursos de criminología los usan como fundamento a la criminología, una vergüenza), PNL, etc. Existen otros cursos bastante raros, congresos en donde no se aporta nada nuevo a la ciencia y solo se repite lo mismo que se da en pequeñas conferencias, es decir, no son congresos, son en realidad una serie de conferencias sobre temas diferentes.
Las capacitaciones son muy importantes, pero hay que tener mucho cuidado con las que solo suponen un gasto innesesario, donde dichos datos bien los podemos obtener haciendo una breve búsqueda en un buscador académico y listo, sabemos algo más. También es importante pensar en los cursos señalados en el primer punto, insistiendo a las autoridades de la Universidad la necesidad de ellos, porque muchas veces suplen las lagunas que tiene la universidad.
Si más que decir, este artículo lo estaré actualizando constantemente, para mejorar la precisión de los datos así como para incluir otras características.
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