top of page

La escritura y sus modificaciones



El acto de escribir es un acto psíquico y, como tal, reflejo de su autor. El alma, el cuerpo y la materia escriptora son los tres elementos principales que intervienen en el acto de escribir, los tres dejan su huella en el escrito y le imprimen su fisionomía peculiar.

Las causas naturales modificadoras del grafismo podemos agruparlas en dos: transitorias y permanentes, las transitorias son aquellas debidas a un estado emocional pasajero como la ira, o bajo los efectos del alcohol, cansancio, etc. o permanentes, debidas a un accidente que incapacite parcialmente el brazo, la mano o dedos utilizados para escribir, por enfermedad o por edad avanzada; pero es de mucha más importancia el conocimiento de las causas transitorias, a las que llamamos “materiales”.

Causas materiales: papel, pluma, tinta, posición violenta o forzada, ojos cerrados, ojos abiertos en la oscuridad, frío, calor, tiempo tormentoso.

A) Papel: fino y satinado, perfectamente elaborado, excesivamente granuloso, absorbente, lleno de imperfecciones. Influye en el trazado, tamaño, rapidez, presión, nitidez, etc.

B) Pluma: es enorme la influencia de ella, según sea flexible o rígida, nueva o usada, en buen o mal estado, afilada o roma, etc. Influye en el perfilamiento, nitidez, tamaño y angulosidad.

C) Tinta: nos referimos al grado de fluidez, si es demasiado espesa, obliga a una mayor lentitud para dar tiempo a que se deposite la tinta, y, en cambio, si en este caso se conserva la rapidez acostumbrada, se forman brisacos y trazos en blanco anormales.

D) Posición violenta: se hace de pie o en sitios estrechos. Se producen alteraciones en la dirección, inclinación, angulosidad, rapidez, etc.

E) Ojos cerrados: se producen alteraciones en los espaciamientos, puntuación, dirección y forma de la caja del renglón, margen, etc.

F) Ojos abiertos en la oscuridad: características de desorden como en el punto anterior.

G) Frío: impone una paralización de la vitalidad con dificultad para coger la pluma. La escritura se hace más lenta y pequeña y menos presionada, el renglón se suele hacer también descendente.

H) Calor: se hace notar en la escritura con una tendencia a disminuir el movimiento y, por tanto, la velocidad; pero, por el contrario, como si fuera un movimiento instintivo de abanicarse se aumenta la altura o longitud de las letras sobresalientes.

I) Tiempo tormentoso: produce en el organismo una excitación fácilmente reconocible en la escritura, de la que aumenta las irregularidades, originando desigualdades de la inclinación y la altura de las letras.

2573 visualizaciones0 comentarios

Entradas relacionadas

Ver todo
bottom of page