top of page

Los 43 normalistas: ¿Víctimas de la guerra sucia o de la misma sociedad?

Actualizado: 7 feb 2020


Tener en cuenta el tema sobre la desaparición de los 43 normalistas desde un punto particular es algo realmente complejo, esto derivado de las diversas versiones que se han creado en torno a la “verdad histórica” de este caso, donde cada una establece un lugar, un tiempo y un método utilizado para la muerte de los muchachos. Hay diversidad de argumentos entre ellos la que defienden los padres, quienes señalan que sus hijos no fueron incinerados en el basurero de Cocula, como lo establecieron las autoridades responsables en su versión oficial de los hechos, incluso los padres defienden la idea de que las víctimas siguen con vida en algún almacén del ejército o en un lugar parecido. Por otro lado tenemos a expertos reconocidos mundialmente, por diversas instituciones, quienes después de haber realizado un estudio científico del lugar de los hechos según la versión dada de manera oficial ,concluyeron que la incineración de los cuerpos en ese lugar, condiciones y tiempo es algo imposible, mientras que, por otro lado otros expertos, igualmente acreditados, nos señalan una versión contraria, donde mencionan que es muy posible que dicha cremación haya ocurrido, anudado a ello ,también, están las versiones sobre que los estudiantes se encontraban dentro de un grupo de delincuencia organizada y que incluso fue esta misma la que los desapareció.

El asunto de la posible incineración ha dejado de ser un tema científico para volverse político e ideológico. Y la ciencia no puede hacer mucho cuando topa con las ideologías, la política y la lucha de intereses. Llámeme pesimista, pero además creo que, como ocurre con tantos grandes crímenes sin resolver (el asesinato de Kennedy, la matanza del 68, los muertos del 85, las desapariciones y asesinatos de políticos mexicanos a través de los sexenios…), jamás vamos a conocer la verdad detrás de los crímenes de Ayotzinapa. Los métodos de la ciencia son confiables y poderosos, pero resultan frágiles y delicados, inútiles, ante la brutalidad de los intereses involucrados en casos como éste.(Olivera, 2015)

En este caso se puede hablar de dos víctimas: los estudiantes y los familiares. Pero, esto va más allá de enfocarnos solo a ellos o a este caso de forma particular, debemos darnos cuenta de que en México existe un gran problema, tan solo basta con saber que la antropología en Latinoamérica surge por la necesidad de estudiar, investigar y analizar casos de Genocidios, de desapariciones forzadas y del efecto de la Guerra sucia o Terrorismo de estado (como prefieren llamarlo algunos), esto de por sí ya debería de ocasionar en nosotros esa inquietud sobre el porqué de esta situación, y hacernos ver que nuestra seguridad ha sido vulnerada, hacernos ver que estamos siendo víctimas no solo del estado, si no de nosotros mismos al no hacer algo por cambiar la situación que seguirá generando más desapariciones sin esclarecerse o más delincuencia e inseguridad en la sociedad, incluso aumentando cada vez más la generación de conductas de riesgo. Y este problema es la nula o baja cultura científica que se posee en el país. Y es que, como se mencionó en el párrafo anterior, este no es el único caso que ha quedado impune o en el olvido por la intromisión de las ideologías, la política o los intereses de unos cuantos. Desafortunadamente nos dejamos llevar por lo que escuchamos o vemos sin dudar de la veracidad de dichos argumentos, digo, tan solo basta con notar como las personas asisten más a sesiones de Quiromancia, a misa, a medicamentos homeopáticos que a bibliotecas, hospitales o museos.

Si se va a hablar de víctimas, enfoquémonos en la sociedad como una víctima de su propia ignorancia. Una víctima del analfabetismo científico.(Sagan, 2013)

Y es que esto, es algo verdaderamente cierto, mientras continuemos con una mentalidad conformista, seguiremos estancados e incluso regresaremos a un oscurantismo científico. Justo ahora las nuevas generaciones tenemos en nuestras manos el poder de modificar la cultura y pasar a una sociedad que esté acorde al tipo de oportunidades que se tienen, pero esto solo será posible si retiramos de nuestras mentes las ideas reduccionistas y empezamos a laborar de manera conjunta.

Por otro lado, de manera especulativa y guiándome de la información ofrecida por diversidad de personas puedo señalar los siguientes factores victimológicos que hicieron posible este hecho:

  • El hecho se llevó a cabo dentro de un contexto violento, donde la presencia guerrilleros y delincuencia organizada es muy marcada.

  • La relación nada discreta que existe entre el gobierno de ese estado y los narcotraficantes. Un lugar donde ambos se protegen y solapan.

  • Querían interrumpir un evento por parte del DIF. Donde claramente el gobierno quedaría mal y lo impediría a toda costa.

  • La mala organización por parte de los estudiantes, pues se dejaron llevar por una actuación muy drástica y sin planeación previa.

  • Los mecanismos que utilizaron los estudiantes fueron muy evidentes. Era mejor pasar desapercibidos.

  • Secuestraron un autobús a base de violencia y muchas personas lo presenciaron.

  • La fecha que eligieron no pasó desapercibida.

  • Se dejaron llevar por instintos sin involucrar la parte racional.

  • Al ser un estado de frecuentes enfrentamientos, la presencia de agentes de policía y militares, se encontraban al asecho.

  • La poca y deficiente preparación por parte de los servidores de seguridad públicos.

  • El consecuente sentimiento de superioridad e impunidad por parte de servidores públicos y sobre todo en militares.

  • Era bien sabido desde inicios que el mismo estado estaba ejerciendo un terrorismo en ese espacio geográfico (llamada también guerra sucia), donde muchos ya habían sido víctimas de desapariciones forzadas.

Estos factores de cierta manera colocaron a los normalistas en un estado muy alto de vulnerabilidad, hablando incluso de una macro victimización, donde se puede establecer a los normalistas como víctimas latentes e incluso provocadoras y de las cuales hasta el momento, se sigue sin saber su paradero.

Pero este hecho no solo se quedó así, es muy cierto que mientras el caso no se resuelve, los familiares de estos estudiantes se encuentran en un estado de impotencia, incertidumbre, frustración y desolación .Situación que es bastante admisible, ya que por un lado no tienen a sus hijos ni vivos ni muertos ,por otro han sido víctimas por parte de las autoridades encargadas de la investigación y por si no bastara también han sido víctimas de la misma sociedad, una sociedad que en lugar de enfocarse al seguimiento científico del caso, se han enfocado en inventar o sacarse de la manga versiones a base de farsas y charlatanería , sacando un provecho incluso económico de la tragedia de estas familias.

Sin embargo de este problema surgió algo bueno, ya que, como consecuencia del poco interés del mismo estado sobre este caso, se observó la organización y creación de grupos comunales protagonizados por los familiares de los desaparecidos, los cuales no han parado de buscar e incluso son los responsables de hallar diversidad de fosas clandestinas dentro de la sierra , estos familiares han intervenido por la desesperación de siempre contar lo que sucedió y que nadie les crea, sí, es cierto que estos grupos también se están adentrando a un contexto vulnerable, pero por esta razón, han pedido apoyo de diversas organizaciones expertas en temas forenses con el objetivo de saber cómo intervenir. Estos grupos decidieron dejar de vivir en una ignorancia y se han enfrentado ante un gobierno “mediocre”, pero su éxito e impacto se debe a la buena planeación que han aplicado.

Estos grupos nos han mostrado que, si es posible evitar seguir siendo víctima de un gobierno corrupto, esto, por medio de una actuación correcta y no tan abrupta como lo hicieron anteriormente sus hijos, primos, sobrino etc., además del gran papel y apoyo que surge de loa relación y cooperación entre asociaciones civiles y la misma sociedad.

Bien sabemos que los problemas no puede ser solucionado haciendo justicia por nuestra propia mano ejerciendo más violencia, ni enfocarnos a las ideas conspiranoicas sobre el gobierno, solo basta con empezar a modificar y cimentar nuevas bases para el desarrollo de una sociedad , de una sociedad del conocimiento, donde nosotros somos los protagonistas.

  • Olivera, M. B. (2015, septiembre 9). Por qué no escribo de Ayotzinapa. Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM.

  • Sagan, C. (2013, noviembre 25). El mundo y sus demonios. LA CIENCIA COMO UNA LUZ EN LA OSCURIDAD. epublibre.


26 visualizaciones0 comentarios

Entradas relacionadas

Ver todo

Kommentare


bottom of page