Que de tí depende la educación y formación de los nuevos profesionales en las áreas de estudio del fenómeno criminal, el artículo 3 de la Constitución dice que la educación:
Contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por los elementos que aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio para la dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del interés general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en sustentar los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos (Cámara de Diputados, 2017, p. 5).
A tí profesor, te corresponde no generar en los alumnos fanatismos, ceguera por los personajes sofistas, lucradores del morbo, vendedores de ilusiones, falsos profetas, proxenetas del conocimiento. No debes educar a que cualquier conferencista es un semidios, no hay dioses ni dueños de la Criminología o Criminalística.
Debes fomentar el respeto a la sociedad, a sus víctimas de delitos, y no mirar con lujuria, ni lucrar con el sufrimiento ajeno. Debes fomentar la integridad familiar, erradicar el individualismo y robustecer el amor colectivo, empatía, aprecio y ayuda.
No a esos charlatanes que buscan lucrar y hacerse famosos mediante conferencias, cursos, pláticas, publicando logros propios en redes digitales (a costa de la ignorancia de otros, del sufrimiento de las víctimas, de vender ilusiones).
Las redes digitales académicas, se han perfilado a difundir conocimiento, no méritos propios y fanfarronerías.
Hikal Wael, mayo 2018
Me parece importante su labor ya que significa a quienes si amamos y respetamos y tomamos en serio la profesión. Especializandonos para ofrecer un mejor conocimiento y servicio.