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La necesidad del desarrollo de la criminología educativa

Cristian Díaz Sandoval

cristian.science.ds@gmail.com


Desde hace años hemos estado conversando sobre la necesidad del desarrollo científico de la criminología para su inmediata aplicación en nuestras sociedades que, desafortunadamente, están demostrando tener una extraña evolución en los diferentes fenómenos de violencia que han manifestado con el paso del tiempo.


Constantemente, de forma personal, he trabajado y promovido el desarrollo de una criminología basada en evidencia que tiene poco que ver con lo que se nos ha enseñado hasta el momento: derecho, criminalística, y criminología basada en ideas sin fundamento, con su correspondiente confusión de los fundamentos científicos. Generalmente esta criminología tiene bajas aspiraciones científicas, imperando aquellas definidas por un Derecho penal o tradición jurídica.


Esta criminología, de cierta manera, diferente a la clásica, no toma al delito o crimen, a la pena, víctima, control social y demás objetos de estudio, los hace a un lado para dedicarse al estudio científico de las violencias bajo los siguientes puntos generales:

  1. Las violencias son fenómenos claramente identificables en el comportamiento humano. Pueden hacerse investigaciones comparativas con otros seres vivos para poder encontrar similitudes y con ello realizar investigaciones más a fondo.

  2. Una determinada violencia puede ser a la vez, dependiendo de código penal o legislación operante, un delito, por ejemplo, extinguir la vida de otra persona. Por tanto, los conocimientos aportados en su momento por la criminología podrán llegar a ser de utilidad al derecho en lo que sea necesario.

  3. El estudio científico de las violencias permite generar grandes avances en su entendimiento, conociendo los factores que las generan, y por tanto, desarrollar las estrategias necesarias para mejorar el bienestar humano a partir del control de éstas.

  4. Se define un enfoque totalmente científico, generador de conocimientos y de resultados adecuados.

  5. Etcétera.

Son muchos más los aspectos de este cambio, mismos que serán tratados a mayor profundidad en un ensayo propositivo que será publicado en un medio respetado en los próximos meses. El punto aquí es tomar de base esta criminología basada en evidencias, dejando de lado la criminología clásica, ya que esta carece de las características necesarias para poder afrontar adecuadamente las problemáticas actuales, como lo son las violencias en los centros educativos, generando así una criminología educativa.


Una criminología eficaz generará procesos en las criminologías lo suficientemente adecuados para producir conocimientos científicos que al aplicarlos lograrán resolver problemas específicos, como puede ser la violencia en los centros educativos.

Son muchos, y bastante diversos, todos lo que debemos llevar a cabo para formalizar adecuadamente una criminología educativa, porque no se trata solamente de hacer lo primero que se nos venga a la cabeza y bautizarlo con gran arrogancia, aunque falle en efectividad e ignore las recomendaciones de ciencias establecidas, o que su marco metodológico se encuentre en pésimas condiciones.


Para poder enfocar el desarrollo de la tan necesaria criminología educativa necesitamos:

  • Si bien esta criminología nace con el objetivo de generar prevención en los centros educativos, esto no se logrará sin antes tener una base sólida en la cuál basarse, para poder hacer las propuestas pertinentes ante los organismos con la autoridad de permitir las acciones que se proponen;

  • Generar prácticas basadas en evidencia;

  • Generar un marco teórico conceptual en torno a la criminología educativa a través de publicaciones de libros, papers, tesis y demás material académico, mismo que deberá ser revisado por la comunidad profesional para el constante perfeccionamiento y avance del campo;

  • Establecer investigaciones que permitan sistematizar los conocimientos científicos actuales en torno a las violencias en los centros educativos, así como las medidas que se han realizado para contrarrestarlas con énfasis en los resultados obtenidos;

  • Generar investigaciones para comprender las violencias que ocurren dentro de los centros educativos;

  • Capacitarse adecuadamente para obtener las habilidades y conocimientos necesarios para poder afrontar las problemáticas que pueden encontrarse dentro de las escuelas con implicaciones criminológicas (análisis de violencias);

  • Generar una comunidad seria de especialistas en el área para la constante evolución del campo.

La lista es mucho más larga, pero reflexionemos más al respecto para hacer mejor las cosas.


Es muy fácil sentarse a pensar y desarrollar programas de prevención basados en creencias y ideologías. Cualquiera puede hacer, aplicarlo y obtener resultados, aunque estos sean negativos. Es necesario desarrollar profesional y académicamente el campo de la criminología educativa.


Bien podemos empezar a hablar de las violencias dentro de las escuelas; de las conductas antisociales operante; de nuestra intervención en esos campos y cómo hacerla, pero, ¿por qué no crear los cimientos fuertes de una criminología efectiva que trata los problemas de violencias determinadas para su control, disminución y prevención, y para ello, incluso debemos tener una formación sólida.


No podemos llegar a crear programas motivados en realización de teatros, manualidades o regímenes militarizados pensando que ello creará prevención, o con platicas de concientización. Necesitamos ponernos serios y la mejor forma es desarrollando una criminología basada en evidencias, y por ende, una criminología educativa efectiva.

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