top of page

¿Política pública, criminal o criminológica?



Se inicia un nuevo curso escolar y dentro de las aulas nuevos profesionistas se continúan formando, nuevas dudas incitan al alumnado y al docente a exigir la actualización y el aumento de la saturación en el campo laboral cada día nos obliga a tener un nivel más elevado en razonamiento, conocimientos, estrategia y disciplina, pero, tal parece que no todos están interesados en ello, muchos aun siguen excitados con cuestiones de series televisivas, embobados con el morbo de series gore, o con la idea de que el trabajo llegara cómodamente a ellos sin la necesidad de poner ese esfuerzo extra. Sin embargo, aquellos que ya se han enfrentado al mundo laboral saben lo complejo que es pasar de ser a estudiantes de criminología a ser criminólogos. Si bien es cierto que cubrimos un papel muy importante dentro de la sociedad, también es cierto que la sociedad aun ignora ese papel, pero ¿Por qué?, por una simple razón, la cual es que parece que aun el mismo criminólogo o criminóloga ignora su labor dentro de la sociedad, sigue confundido ante la tarea que debe desempeñar o porque solo paso la carrera “Calentando su pupitre”, pero sin adquirir los conocimientos básicos que se requieren para llevar adecuadamente nuestro trabajo, lo cual ha evitado nuestra correcta inserción dentro del amplio campo laboral que podemos llevar a cabo.

Es por lo que, en esta ocasión tomare un tema muy relevante y vital al aumentar o disminuir nuestro abanico de opciones laborales, y en la cual es necesario inmiscuirnos pues el peso que posee es mayor al que se cree, refiriéndome a “La política”.

Como sabemos dentro de la política entran todas aquellas acciones que dirigen y encaminan el ámbito económico y social de un estado, en beneficio de los ciudadanos que lo componen. Por lo que la política estudia, conversa y decide sobre el bien común de los miembros de un estado para obtener un beneficio en conjunto. Por lo tanto, cuando hablamos de políticas públicas nos referimos a las acciones emitidas por el gobierno cuyo objetivo es dar respuesta a la diversidad de demandas de una sociedad. En general, una política pública es el pacto que se realiza entre el estado y la sociedad, con la finalidad de tener una mejor organización y servicios más agiles, por lo cual la participación del estado y la sociedad es fundamental. Siendo estas un instrumento relevante en atender las necesidades de la población, sin embargo, una deficiencia de estas son los altos índices de corrupción, además de que muchas veces solo se planean sin una buena estructura, lo cual hacen que su efectividad solo sea momentánea, pues más allá de buscar causas y efectos se enfoca en conseguir una finalidad, la cual es solo resolver algo que afecta en ese momento, teniendo ante ello carencias bastantes notables.

Ahora bien, en fechas recientes se ha entrado dentro de una discusión sobre la existencia de políticas criminales y/o criminológicas, algunos las toman como sinónimos, mientras que por otra parte otros hacen notables diferencias entre ambas, o unos más solo las tachan como políticas públicas, debido a que su finalidad es la misma “El bienestar social”, sin embargo, al indagar un poco y sistematizar la información es claro que las 3 poseen características particulares, que si las diferencian, anteriormente ya se toco el tema de las políticas publicas por lo que ahora nos centraremos en las políticas criminales y criminológicas. Si bien es cierto que en ambas la finalidad es en relación a buscar la disminución de la delincuencia y la violencia, las dos lo enfocan desde diferente punto de vista, tomando diferentes variables, las cuales a grandes rasgos se describirán a continuación:

Política criminal:

Esta muy apegada al derecho penal. Es más reactiva que preventiva. Considera que ejercer el miedo en la sociedad es una buena estrategia.

Toma en consideración solo variables de la estructura social, por lo cual podemos decir que solo enfatiza en una criminología critica. Un ejemplo de una política criminal es el aumento de años en las penas.

Política criminológica:

Se auxilia de las diversas ramas del derecho y no solo del penal. Es más preventiva que reactiva.

Considera los puntos a trabajar dentro del Plan Nacional de Desarrollo, por lo cual no toma solo variables de la estructura social, si no que intenta hacer uso de un correcto estudio biopsicosocial (Sin embargo, aún sigue siendo solo eso: “un intento”, pues aún la variable social sigue en constante relevancia, pero, esto se puede mejorar si se trabaja bien).

Un ejemplo de una política criminológica es el FARO de oriente.

Ahora se puede notar que no es lo mismo hablar de políticas públicas, criminales ni criminológicas, sin embargo, lo más idóneo y que puede ser funcional dentro de un verdadero progreso social, es aplicar políticas criminológicas, pero se preguntaran ¿Por qué?, ¿Por qué si un criminólogo solo se dedica a cuestiones de delincuencia a ver sangre y cosas así? ¿No es así?, pues no, no es así, nuestra principal labor es la “Prevención de hechos de riesgo”, y ahora con las grandes oportunidades que nos brindas las criminologías especializadas podemos crear excelentes políticas criminológicas en diversos sectores como en el educativo, en el laboral, en el vial, etc., donde la mayor diferencia que existirá será la correcta sistematización de conocimientos, a diferencia de una política publica o criminal, mismas donde no existe una epistemología, sino solo una gnoseología, pues su conocimiento solo es común y no conocimiento científico, siendo esta la gran razón por la cual la mayoría de políticas fracasan.

El estado no ha sabido invertir en ciencia, o la ha ignorado, creyendo que esta solo es para llevarse a cabo en laboratorios, ignorando la gran ventaja de aplicarla en la sociedad, esto quizás por seguir con ideas antropocentristas, o por el hecho de saber que al hacer un verdadero análisis fundamentado y con notables ganancias, será más complejo seguir con modelos de corrupción.

Sin embargo, nosotros como criminólogos debemos de notar esto e involucrarnos, no podemos ser ajenos a la situación, y tampoco podemos ser solo criminólogos críticos, tajando diversidad de variables, ya que, si bien es cierto que somos seres sociales, también es cierto que somos seres biológicos, debemos de poder hacer verdadera política mediante una correcta sistematización de información. Pues como menciona Luis Ignacio Sáinz. (Sáinz, 2002)

[¨Tales aspectos determinan el carácter inasible de la reflexión política y ponen de manifiesto su fragilidad que reside en ser una protociencia, destinada a la rectificación sistemática de sus errores¨]

Motivo por el cual, para poder rectificar esos errores sistemáticos es necesario seguir preparándose, dejando de lado nuestra zona de confort, pues de nuestro propio trabajo depende nuestro reconocimiento y por ende la disminución o aumento de nuestras oportunidades laborales.

Referencias:

Sáinz, L. I. (2002, abril). Del imperativo de una epistemología política.

266 visualizaciones0 comentarios

Entradas relacionadas

Ver todo
bottom of page