Recientemente tuvo lugar un fenómeno de violencia en la Ciudad de México, donde un ex miembro del ejercito mexicano, en defensa propia, hizo uso del arma de fuego en contra de los dos asaltantes, quedando sin vida uno de ellos. Las cosas se complican aun más. Horas más tarde, después de que llevaron a Silvano al hospital, un grupo de aproximadamente 60 personas se presentó fuera de las instalaciones para manifestarse en contra de esta persona por asesinar al asaltante, mientras que el otro está en un estado grave.
Hace unas horas, se señaló que el adulto se encontraba en revisión de su situación legal ante el hecho cometido, y tiempo después, se pronuncia lo siguiente en el periódico El Universal:
La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México informó que Silvano "N", quien baleó a dos presuntos asaltantes en calles del Centro, quedó en libertad. Detalló que se determinó que el sujeto de 56 años de edad actuó en legítima defensa para salvaguardar su integridad, por lo que se excluye su responsabilidad en el hecho. Agregó que el agente del Ministerio Público continúa las indagatorias para definir la situación legal del segundo implicado en el ilícito, quien se encuentra hospitalizado y bajo custodia de la Policía de Investigación.
Como criminólogo, me surgen diferentes preguntas dignas de ser investigadas:
Han surgido grupos que apoyan totalmente el acto realizado por el ex militar. ¿Esto podrá desencadenar una especie de apología a la violencia contra toda persona que se sospeche extraño? Recordemos casos parecidos y la reacción de la población.
¿Qué ha llevado a que un aproximado de 60 personas reaccionaran de esa manera en protesta de la muerte de uno de los asaltantes?
¿Cómo podría intervenir la criminología en el estudio de estos casos y otros cientos que ocurren a cada hora en las diferentes ciudades del mundo? ¿Qué podríamos aportar al estudio y a la prevención de fenómenos similares?
Mucho podemos hacer aquí los profesionales de la criminología, y no solamente emitir opiniones extrañas que apoyen todo acto violento. Nuestra actitud ante estos eventos debe ser de análisis, de investigación, para tratar de comprender el cómo y el porqué de esto, estudiando la naturaleza de estos fenómenos, para prevenir la generación de más crímenes.
