Patricia Altamirano Benitez
Estudiante de Criminología y Criminalística
San Martín Texmelucan, Puebla.
La interacción y relación del autor-víctima, es un proceso dinámico de cómo se llevó a cabo la agresión del victimario y la reacción de la víctima para que se suscitara el hecho antisocial, en este aspecto se permite analizar circunstancias de encuentros o relaciones estrechamente interpersonales, valorando el tiempo, actividades, conocimiento, afecto o vinculación, considerando que cada individuo es particular y único. De manera que el objetivo de la relación autor-víctima es comprender las circunstancias, la víctima y el victimario. Partiendo de la Criminología clínica se presenta dentro de esta relación: la víctima conocida y la víctima desconocida.
La víctima conocida es la vinculación interpersonal, esto se refiere al conocimiento mutuo (aunque hay casos en que la víctima desconoce al victimario, pero éste conoce a la víctima) que antecede de las diferentes circunstancias como el domicilio, algún tipo de afecto, la vinculación de negocio o trabajo, compartir gustos o alguna actitud, todo lo que permita tener conocimiento de la víctima. Los delitos que se presenta comúnmente son los homicidios, las estafas, robos, delitos sexuales y lesiones. La situación de vulnerabilidad en que la víctima se encontraba por alguna condición física, psicológica, económica, social y cultural.
El victimario puede elegir a su víctima por circunstancias “personales” refiriéndose a características físicas, sociales y psicológicas, como por ejemplo la edad donde es más vulnerable, su percepción ante alguna situación de riesgo es mínima y así se le facilite manipular a la víctima en abuso sexual, maltrato o violación. Otros ejemplos puede ser el sexo de la víctima, la profesión del victimario, la religión, instituciones escolares entre otras. También el “lugar” es otra circunstancia para que el sujeto elija a su víctima, esto se refiere al lugar donde se encuentra o encontrará, teniendo el conocimiento de la zona, casa, habitación, desprotección de familiares o alguien que esté a su cuidado, imposibilidad para pedir ayuda o escapar. Por último, se encuentra la circunstancia por “tiempo”, momento que permite facilitar algún hecho, como cuando los dueños de alguna casa deciden irse de vacaciones y entran a saquear, robos en días feriados, se muestra que los sujetos o sujeto planean, preparan, observan el horario y sus actividades.
La víctima desconocida, tanto victimario como víctima no se conocen y por ende no existe una relación autor-víctima. Se presenta en alguna situación fortuita o descuido, sea caminando por la calle, ir en algún transporte público o privado, donde el victimario ve la oportunidad y aprovecha para cometer un robo, un homicidio, un delito sexual (que aunque la víctima desconoce al victimario, éste la elige por las circunstancias de tiempo, lugar y características, observada momentáneamente y así victimizarla), a éste sujeto lo caracteriza la violencia indiscriminada que destruye, mata, lesiona, y a la víctima se le caracteriza como vulnerable pero tiene la personalidad que el victimario requiere. También se menciona al crimen organizado, los delitos de cuello blanco, etc, que afectan a un número determinado de personas o a comunidades que son objeto para alguna organización criminal.
Referencias
Marchiori, H. (2206). Criminología: La víctima del delito. México: Porrúa.
Núñez, J. (2010). Victimología y violencia criminal: Un enfoque criminológico y psicológico. Bolivia: ciencias jurídico penales.
Rodriguez, L. (2002). Victimología: Estudio de la víctima. México: Porrúa.
mil gracias..