Mtra. Bricia Dolores Almeralla Acebedo
La criminología no solo es ciencia y conocimiento, va más allá de lo que el ojo humano puede ver.
En analizar, interpretar e incluso crear.
La criminología es u hecho y también descubrimiento.
Dichosos aquellos que podemos pertenecerle.
Introducción
La ciencia criminológica, ha tenido sus orígenes desde hace ya varios años, con los conocimientos manifestados por el Dr. Cesare Lombroso, padre de la criminología científica, quién fue de los primeros en dar una explicación de la conducta criminal, detallando al Criminal Nato o Atávico, mismo que por sus características biosociales, se consideraba como un ser involucionado, y por ello predispuesto a la criminalidad.
Sin embargo, en la actualidad tenemos a grandes estudiosos, investigadores y analistas que, en cada uno de sus aportes, proveen una evolución a esta loable ciencia.
Pero, pese a que se ha ofrecido nuevo conocimiento criminológico, pareciera que éste sólo queda en el ámbito teórico, pues en la práctica, hay muchos que ignoran su labor, menosprecian la funcionalidad o simplemente desconfían de sus alcances.
Es por ello, la importancia de difundir los alcances criminológicos en el campo laboral, rompiendo paradigmas y limitantes que impiden muchas veces el crecimiento en las investigaciones y, sobre todo, en las oportunidades laborales.
Este ensayo, que se forma a partir del propio pensamiento de la suscrita, explica temas de importancia, para fomentar la intervención criminológica y su aplicación en diversos sectores, fomentando una Criminología Ilimitada.
Desarrollo
En México la Criminología se llegó a conocer de manera formal a partir de los años 50’, gracias al padre de esta, el criminólogo Alfonso Quiroz Cuarón, quien da la definición de esta como: “Ciencia sintética, causal-explicativa, natural y cultural de las conductas antisociales”. Definición que sigue siendo utilizada, pero que hoy en día puede expandir el análisis y estudio de la criminalidad.
La criminología, desde un principio se ha enfocado en estudiar, analizar, entender y explicar la conducta antisocial (criminal), misma que muchas veces se convierte en delito; en otras palabras, como criminólogos nuestro estudio se centra en el fenómeno criminal, con la finalidad de prevenir el delito. Aunque esta ciencia no es nueva, hay mucho desconocimiento de su labor y alcances, pues es conocida como “aquella que estudia al criminal”. Pero ¿por qué limitarnos a este encuadre solamente, si la criminología puede auxiliar a los actos jurídicos, de investigación forense, prevención, penitenciarios, académicos, pedagógicos, empresariales, etc.?
Es importante, que como profesionales en el ámbito que desempeñamos, seamos conocedores de las diversas labores y áreas en las que la criminología se hace presente, lo que se puede representar en la siguiente ilustración.
Si bien, aquí sólo se muestran 4 áreas funcionales de la criminología, existen otras que son estudiadas, y algunas otras que estoy segura, pronto serán mencionadas.
Sin embargo, la Criminología es sólo una, que precisamente realiza todas estas labores, desde aquella que se considera como “académica”, hasta la que se encuentra en el ámbito de la procuración de justicia y seguridad pública.
En un aula de aprendizaje es necesario que se hable de ella, pues sin una criminología teórica no tendríamos la práctica. Pero también es necesario saber para qué podemos ocupar ésta bella ciencia. Pues bien, desde mi experiencia, es todo un proceso: que inicia desde pararse frente a un grupo de personas dándoles a conocer el significado, el objeto de estudio y la finalidad, para que posterior a ella pueda ser aplicado en análisis criminales y determinar un perfil del agresor desconocido, o bien, entrevistar al presunto agresor para conocer los factores que lo llevaron a cometer cierta conducta, o en su caso, determinar si es el sujeto verdaderamente responsable.
Posterior a ello, y teniendo estos factores, a cierto nivel se realizan estrategias para la prevención del delito, y dentro de esta prevención nos encontramos lo que hoy conocemos en este ámbito como “Reinserción Social”, y precisamente es donde los criminólogos realizan su gran labor como parte de un Comité Técnico y trabajan para que aquél que entra en un centro penitenciario lleve a cabo la reinserción social y no regrese a este lugar.
Hoy en día, se ha hablado de una Criminología Pedagógica, a la que, en lo personal llamo Criminología Educativa. Es sabido, que la violencia en las escuelas es real, que puede ir desde un gesto, mala palabra o acciones lamentables que concluyen en lesiones o incluso en muerte.
Estudiantes que llegan a realizar actos violentos o destructivos, que no solo atacan a otros compañeros o profesores, sino incluso hacia ellos mismos, que puede ir desde el consumo de estupefacientes, provocándose lesiones o incluso llegando al suicidio.
Nuestra labor y propósito como criminólogos es la prevención. Y ésta no solo implica el estudio en conductas que ya han sido tipificadas como delitos; sino que, podamos detectar conductas de riesgo, y orientarlas para evitar conductas violentas y, por lo tanto, delictivas.
No solo se trata de revisar las mochilas, si no también sus emociones y pensamientos.
Hoy, se ha propagado la criminología educativa, la cual tiene como propósito prevenir desde las escuelas (¿se imaginan que maravilloso sería que hubiera un criminólogo en cada centro escolar?).
Existen desde docentes, peritos, investigadores, planeadores e incluso analistas, pero todos ellos somos uno sólo: “criminólogos”, y su estudio se basa en lo mismo: la “conducta criminal”.
Daré énfasis a la Criminología Forense, pues, aunque ha sido popular en nuestros tiempos, aún se desconoce su importante labor.
En lo personal, la Criminología Forense la defino como: “ciencia forense capaz de analizar hechos derivados del iter-criminis e iter-victimae, en donde el cruce de ambos traen como consecuencia un delito, el cual es objeto de estudio de criminodinámica para responder el “¿por qué?” de los hechos, es decir, descubrir la verdad, y proporcionar una explicación sobre un hecho sucedido resultado de una conducta antisocial (que va en contra tanto de las normas sociales como penales), a través de la esfera biopsicosocial, para así poder prevenir cualquier otra acción destructiva que afecte directa o indirectamente a uno en particular o a la sociedad en general”. Esto es, que como criminólogos debemos investigar el antes, el durante y el después de un hecho, para que nuestra explicación sea precisa y determinante.
Muchos han considerado que la Criminología Forense es participe en hechos en donde se tenga a un presunto agresor detenido y su finalidad es determinar los hechos mediante una entrevista. Pero debemos recordar, que el termino forense se refiere, a debatir en un foro la pericia de los expertos en su materia. Así que no podemos permitir limitar a la Criminología Forense.
Si bien, una labor importante y fundamental del criminólogo forense es realizar entrevistas a presuntos responsables, también su función es descubrir, analizando todo tipo de indicios y símbolos que nos permita acercarnos al esclarecimiento y veracidad de los hechos.
Lamentablemente, aún somos testigos, de cómo esta ciencia es confundida con la criminalística o psicología, en donde se escuchan frases como “ves a los muertos” o “eres así como un psicólogo”.
En mi experticia, la criminología forense debe ser más aprovechada, pues aparte de proporcionar los factores de riesgo, los factores de criminalidad, también realiza análisis que nos permite una investigación certera.
La violencia en su máxima expresión se hace presente. En las noticias no dejan de sonar tantos feminicidios y homicidios, a niñas, mujeres y también hombres.
Hay muchos -incluso más allá de la Criminología- que aportan conocimientos para el estudio del fenómeno criminal.
Lo que hace un criminólogo forense, es analizar a detalle una carpeta de investigación, y desde la perspectiva criminológica realizar análisis que puede aportar líneas de investigación alternas, o en su caso, inconsistencias en el proceso.
Cuando hablamos de homicidios, en los que se da el famoso “carpetazo” porque no existen elementos que aproximen a la identificación del homicida, es precisamente la criminología la que, mediante su análisis, puede proveer un perfil del agresor que reduzca el campo de búsqueda y se acerque a la identificación del criminal.
Por otro lado, la consultoría técnica en los juicios orales es una estrategia desperdiciada por el ámbito jurídico, pues el criminólogo, experto en la conducta y entrevista, puede orientar a la formulación de preguntas en un interrogatorio y contrainterrogatorio.
Asesoramiento y tutela en declaraciones, para detectar la simulación de algunas victimizaciones, también es una labor que no se ha aprovechado de la criminología.
Lo que es decepcionante, que pese a todo lo que difundimos, la Criminología como tal, aún es ignorada, no se conocen los alcances de su participación en la investigación y prevención de delitos.
Trabajo trans, ínter y multidisciplinario es lo que necesitamos, debemos recordar que todos los expertos forenses, estamos a favor de la verdad.