top of page

Importancia de la hemorragia en la porción petrosa del hueso temporal y hemorragia etmoidal

Actualizado: 20 jun 2021



La hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal no es un signo patognomónico de las asfixias por sumersión ya que puede presentarse en otras causas de muerte. El diagnóstico de asfixia por sumersión es uno de los retos a los que diariamente se somete el patólogo forense, máxime si sólo cuenta con un cuerpo en avanzado estado de putrefacción o restos esqueléticos, y sin historia acerca de la escena de muerte. Hay muchos hallazgos que sirven de apoyo al diagnóstico, pero ninguno es patognomónico de esta causa de muerte. Uno de estos hallazgos, que por mucho tiempo ha servido como único apoyo al diagnóstico médico-legal de asfixia por sumersión, es el ¨signo de Niles¨ o hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal¨, sin embargo a pesar de las teorías que se plantean para explicar su aparición en ahogados, hay varios autores que coinciden en que éste se presenta en otras causas de muertes diferentes a sumersión; y dicen que para que éste se manifieste debe haber integridad de la membrana timpánica, así como ausencia de procesos infecciosos auditivos o diátesis hemorrágica en el individuo. Debido a que la hemorragia de peñascos se presenta en casos cuyo factor común es la hipoxia, podría pensarse que sea esta la que cause la lesión vascular, con la subsecuente hemorragia. Estudios recientes han demostrado que el endotelio vascular, a pesar de ser una estructura relativamente simple, se comporta como un tejido con muchas funciones sintéticas y metabólicas, siendo sensible a alteraciones locales como cambios físicos, químicos y humorales, y no escapa a los efectos que sobre él y los otros tejidos del organismo ocasiona un fenómeno hipóxico. Por otro lado, varios autores coinciden en que el efecto de la hipoxia sobre el endotelio vascular, depende de su intensidad, del tipo de sustancias vasoactivas que se liberen del endotelio en una situación de estrés como ésta, del estado nutricional del individuo y de la presencia de patologías de fondo.

En cuanto a las consideraciones médico-legales, es importante que el médico forense no realice una autopsia sin antes contar con los datos suficientes en cuanto a las circunstancias de la muerte. El examen externo del cadáver debe ser completo, tratando de descartar traumas craneoencefálicos, y heridas por arma blanca o por arma de fuego, entre otras; además se debe realizar un estudio radiográfico y de laboratorio (determinación de alcohol y tóxicos en sangre y orina), que den soporte al diagnóstico médico legal. Lo más conveniente en los casos en que el único hallazgo es la presencia de hemorragia de peñascos y no hay otros elementos de juicio, se debe indicar ¨causa de muerte desconocida¨, ¨manera de muerte indeterminada¨.

*Debemos recordar las definiciones de asfixia que nos dan diferentes autores: Etimológicamente: asfixia significa “no dejar que lata el corazón”. “sin pulso” . (Castelló, 2011). En la práctica, se emplea para expresar interferencia en la función respiratoria (Vargas, 2009), actualmente se considera que asfixia debe entenderse como la muerte violenta o no, resultante de la interrupción de los intercambios respiratorios. (Patito, 2012). De acuerdo con el medio que cause esta interferencia, se distinguen las asfixias mecánicas, las asfixias patológicas, y las asfixias químicas. (Vargas, 2009).

*La hemorragia temporal o signo de Niles que consiste en hemorragia en las celdillas mastoideas en el oído medio. En oído medio se ve como una zona azulada en la parte media de la cara antero superior de la porción petrosa del hueso temporal. Esto se explica por los cambios de presión en estas estructuras durante la penetración de líquido en el conducto auditivo externo. La hemorragia etmoidal o Signo de Vargas Alvarado consiste en hemorragia en las celdillas de las láminas cribosas del hueso etmoides, ubicado en el techo de las fosas nasales. Se observa como una mancha azulada a cada lado de la apófisis crista galli. (Vargas Alvarado, 2007).

La hemorragia temporal o signo de Niles se describió en 1962. Sin embargo, su aplicación forense no se inició sino hasta 1969, cuando Mueller lo comentó en el Journal of Forensic Sciences.

Niles describió éstas hemorragias en 23 de 24 ahogados en agua dulce, apareciendo en la mayor parte de los casos con carácter bilateral. Estas hemorragias están localizadas en la mucosa del oído medio y / o celdas mastoideas; y generalmente se acompañan de edema submucoso y congestión vascular. Pero para Knight es un signo poco fiable.

Realmente ambos signos no son concluyentes de asfixia por sumersión, sin embargo, es importante antes de que se realice la autopsia tratar de conocer todos los detalles ya que son signos de oro utilizados con una buena historia clínica en el lugar de levantamiento de cadáver para poder determinar su utilidad en el diagnóstico de causa de muerte.

https://core.ac.uk/download/pdf/54220611.pdf

Deaths by drowning. A classic topic in Forensic Medicine revisited. JL. Romero Palanco.

Libro Medicina legal Dr. Vargas Alvarado. 5° edición. Edotorial Trillas. México.



Entradas relacionadas

Ver todo
bottom of page